viernes, 30 de octubre de 2009

!El Ayuno que Agrada a Dios!


Hemos visto una lista de ayunos dónde podríamos escoger uno a seguir, gracias a Cristo, más es importante aprender el agradable a Dios. Es edificador el conocer de acuerdo a la Palabra el ayuno que agrada al Señor. Si nuestra forma de vida es agradable a Dios, Él nos dará sabiduría, conocimiento, gozo y riquezas (Eclesiastés 2:26), recuerda que todo es de Él y Él se lo da al que le agrada, pero para agradarle hay que hacer las cosas como Él dice en su palabra, el Señor Jesús dijo a sus discípulos con relación al ayuno:



Mateo 6

16 Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. 17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.



Empezaremos diciendo que el Ayuno no es un acto externo, los fariseos lo hacían dándose publicidad de una aparente piedad. Jesús condenó la hipocresía de ayunar con el fin de ganar la aprobación de la gente, debemos buscar la aprobación pero de Dios (Efesios 6:6). El ayuno tampoco es un trueque, los Judíos habían comprendido mal el ayuno, llegaron a creer que era la forma de actuar para que Dios los oyera y les concediera sus peticiones, aun hoy en día mucho pueblo de Dios ayuna de forma religiosa queriendo que Dios vea “el sacrificio que hacen” y que entonces los bendiga, pero no es así amado hermano, Dios te bendecirá por el sacrificio de nuestro Señor Jesús quien murió y se entrego por nosotros para hacernos aceptos delante de Dios y merecedor de su bendición (, lo que Dios quiere es que aprendamos a vivir de forma agradable delante de El, que vivamos según sus propósitos, haciendo siempre lo que es de su agrado, esto no lo entendió el pueblo de Israel y por eso el Señor les reclamo:

El Ayuno que no agrada a Dios

Isaías 58

3 Dicen: “¿Por qué hemos ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no haces caso?” He aquí, en el día de vuestro ayuno buscáis vuestra conveniencia y oprimís a todos vuestros trabajadores. 4 He aquí, ayunáis para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz. 5 ¿Es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día acepto al Señor?



El Señor les reclamo por ayunar hipócritamente, ellos querían forzar a Dios a bendecirlos por su “ayuno, oración y humillación”, el pueblo de Israel ayunaba pero oprimía a los trabajadores, en cambio lo que a Dios le agrada es que preservemos el derecho y la justicia (Isaías 56:1-7), que tratemos a los demás como queremos que nos traten a nosotros esto es el resumen de la ley (Romanos 13:8-10), el pueblo de Israel ayunaba para estar en contiendas y lo que a Dios agrada es una vida en comunión con nuestros hermanos (Salmo 133), que vivamos en paz y amor , que no devolvamos mal por mal (1 Pedro 3:8-9), hoy en día mucho pueblo de Dios al igual que el Israel del antiguo testamento no han entendido el propósito del ayuno de Dios:

El Ayuno que agrada a Dios

Isaías 58

6 ¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? 7 ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?



Aquí el Señor les hace manifiesto que quiere que el ayuno sea “un meditar en nuestra conducta a la luz de la palabra”, ver si estamos haciendo las cosas que a Dios le agradan y si no es así que rectifiquemos y que empecemos a vivir dando testimonio de El. El ayuno que El quiere es que vayamos a liberar a los cautivos por el diablo y que compartamos con los mas necesitados por amor, El dijo a los fariseos “id y aprended que es esto: Misericordia quiero y no sacrificios” (Mateo 12:7), así es amado hermano, el ayuno de Dios es para reflexionar en nuestra forma de vida, para evaluarnos a nosotros mismos a la luz de la palabra y ver si estamos dando testimonio de Dios con nuestra vida, no con palabras sino con obras de amor, si hacemos el ayuno que agrada a Dios, el Señor ha prometido:



Isaías 58

8Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del Señor será tu retaguardia.



El Ayuno tiene un fondo espiritual mas profundo que el solo abstenerse de alimentos físicos, es una humillación interna confesando nuestra dependencia de Dios, reconocer que es su gracia la que nos sostiene, es reflexionar en nuestra forma de vida, enmendar nuestros errores y empezar a vivir agradando a nuestro Señor en todo, preservando el derecho y haciendo justicia, alabándole, ayudando a los que están abandonados, huérfanos, desnudos, sin alimento y sin protección, pero un obrar por amor, reconociendo que si no estamos desamparados es por su misericordia.



Reflexión

Que triste es perder la perspectiva del ayuno y creer que es para que Dios nos oiga por nuestra aparente conducta de “piedad” y humillación, esto es aborrecible ante Dios querer mostrarnos justos por nuestras acciones, Isaías lo entendió y pudo decir:



Isaías 64

6 Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.



Los judíos creyeron que era hacer sufrir la carne acostándose en cilicio y ceniza, pero lo que Dios quiere es que humillemos nuestro ego, sabiendo que no somos nada sin Dios y dándole a El la gloria por lo que hace por nosotros por amor de su santo nombre. Los judíos creyeron que era dejar de comer nada más, pero lo que Dios quiere es que ayudemos a los que no tienen que comer, a los desamparados, que manifestemos su amor compartiendo lo que tenemos. Los judíos creyeron que su actitud de aparente piedad los hacia merecedores de bendición y lo que Dios quiere es que reconozcamos que su bendición la merecemos únicamente por la obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, una obra por amor.



GP

__________________

Efesios 4.29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los creyentes.http://www.aplausointernacional.com/  http://www.casadealabanza.net/ http://centro-cristiano-casa-de-alabanza-fairbanks.webs.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario